viernes, 10 de abril de 2015

Bulimia

BULIMIA






¿Qué es ?
Es un trastorno de la conducta alimentaria que consiste en una falta de control sobre la comida, con una ingesta de grandes cantidades de alimentos en un corto periodo de tiempo, acompañada por conductas compensatorias como consumo excesivo de laxantes o vómitos autoinducidos. El enfermo mantiene estas conductas en secreto, por lo que a veces es difícil que las personas de su entorno detecten el problema.


CAUSAS

A. Episodios recurrentes de voracidad:
- Comer en corto período de tiempo gran cantidad
de alimentos.
- Falta de control sobre la alimentación durante
el episodio.

B. Promedio de dos episodios de voracidad semanales
durante tres meses.

C. Auto-evaluación “indebidamente” influida por la forma y el peso corporales.

D. Conducta compensatoria:
- Purgativa: vómitos auto-inducidos, laxantes,
diuréticos.
- No purgativa: ayuno, ejercicios físicos extenuantes.


Una baja autoestima puede conducir a una excesiva preocupación por el aspecto físico, lo que lleva a realizar dietas restrictivas, que no siempre producen los resultados deseados, alternadas con episodios de consumo incontrolado de comida, que provocan un desequilibrio metabólico. El paciente tiene sentimientos de culpabilidad a consecuencia del atracón, y su preocupación por engordar genera otras conductas como el vómito autoinducido y el abuso de laxantes. 
El enfermo puede sentirse también presionado por los patrones de belleza considerados lideales por la sociedad, y por la necesidad de ser delgado y atractivo para sentirse aceptado. Experiencias de rechazo social o un fracaso sentimental pueden hacerle creer que perder peso es un requisito indispensable para tener éxito.
Otra causa, presente también en el trastorno de anorexia, es una falsa percepción de la imagen corporal: el enfermo se ve gordo aunque su peso sea normal para su edad y constitución.

Síntomas de la bulimia
El paciente con bulimia oculta sus atracones y vómitos, y a diferencia del anoréxico su peso no suele oscilar demasiado, por lo que es difícil que las personas de su entorno se den cuenta de su problema. Hay, no obstante, ciertos signos que pueden alertar de la presencia de la enfermedad:
  • La persona con bulimina tiene una preocupación continua por la comida, y siente deseos incontrolables de comer, especialmente alimentos con alto valor calórico (hidratos de carbono, dulces...). Consume grandes cantidades de comida en cortos periodos de tiempo (cada dos horas o incluso menos).
  • Para contrarrestar el aumento de peso, el paciente puede provocarse vómitos, abusar de laxantes, consumir fármacos que reducen el apetito o diuréticos. Hay, pues, que sospechar, cuando una persona se encierra en el baño nada más terminar de comer.
  • De la misma forma, otros síntomas de bulimia pueden ser ayunar durante largos periodos de tiempo, seguir dietas muy restrictivas y realizar ejercicio intenso.
  • El sujeto manifiesta un fuerte miedo a engordar, fijándose como meta un peso inferior a su peso óptimo.
  • La bulimia generalmente se presenta en pacientes con antecedentes previos de anorexia nerviosa, y con un intervalo entre ambos trastornos de varios meses o años.
  • Los pacientes con bulimia manifiestan apatía, fatiga, irritabilidad y cambios en el ritmo del sueño, lo que genera una pérdida del rendimiento laboral o escolar, y el abandono del cuidado personal.
  • Otros síntomas que se pueden apreciar en un reconocimiento médico son: una ligera distensión abdominal con presencia de estreñimiento, hipertrofia de las glándulas parótidas, pérdida del esmalte dental, lesiones en la garganta, desequilibrio de electrolitos, edemas en extremidades y abrasiones en el dorso de las manos; todo esto debido a la inducción al vómito. El uso de laxantes y diuréticos también produce desequilibrio de los fluidos y electrolitos.
  • En los bulímicos se presentan, además, alteraciones endocrinas; en las mujeres es frecuente la aparición de irregularidades en el ciclo menstrual o amenorrea.


Tratamiento

Es necesario emplear un tratamiento multidisciplinario para abarcar todas las complicaciones físicas y psicológicas que presentan los pacientes de bulimia. El objetivo del tratamiento es que la persona mejore su autoestima y se acepte a sí misma, para restaurar su equilibrio emocional y que sea capaz de adoptar un estilo de vida saludable.
Durante las últimas décadas se han desarrollado un gran número de estrategias terapéuticas para este tipo de trastorno. Las terapias más aplicadas son la psicoterapia individual, en grupo, o familiar, los grupos de autoayuda, y el tratamiento farmacológico.
El método que se utiliza con mayor frecuencia en el tratamiento de esta enfermedad es la combinación de fármacos antidepresivos con la terapia cognitivo-conductual (TCC).
Los antidepresivos inhibidores de la serotonina son eficaces para reducir la frecuencia de los episodios en los que el paciente come desenfrenadamente durante cortos periodos de tiempo, y los vómitos autoinducidos, influyendo en la mejoría de la ansiedad, la depresión y el deterioro global, aunque no ayuda a solucionar el problema de fondo acerca de la sobrevaloración del peso y la figura corporal. Por tal razón, se suelen presentar recaídas a largo plazo.
La terapia cognitivo conductual, por su parte, es el método más efectivo y el que mejores resultados ha conseguido en el tratamiento de la bulimia. La terapia cognitivo-conductual, además de mejorar los síntomas, también modifica la tendencia a realizar dietas extremas e influye en las actitudes hacia el peso y la figura, así como otros síntomas psicopatológicos como la depresión, la baja autoestima, el deterioro de las relaciones sociales del paciente, etcétera); de esta forma, los resultados se mantienen a largo plazo.




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